lunes, 26 de septiembre de 2011

Ruta por Jaizkibel


El fin de semana pasado, he tenido la suerte de poder practicar un poco de mountain bike por los montes de Guipuzcoa con mi Kilauea...casi nada.

Si te invitan a pasar unos días en Fuenterrabía y dices que no, es que eres un poco zoquete, pero si te invitan a una casa en el mejor sitio de la ciudad (para mí), al lado de la iglesia, del Palacio de Carlos V y la Plaza de Armas y te proponen una salida en bici por sus montes no hay excusa posible, así que empaqueté a mi familia y mi Kilauea y puse dirección norte.

La casa de mi amiga Blanca


El día de la ruta, amaneció lluvioso y con bruma, lo que añadiría tintes más épicos a la salida y me haría disfrutar de los Montes Vascos en su estado puro.

Las vistas desde la casa


La ruta sería un clásico de la zona. Iríamos hasta el santuario de Guadalupe por carretera con un bonito paisaje y unas rampas moderadas durante 5 km que nos hizo entrar en calor y mandar los chubasqueros directamente a la mochila.

Rumbo a Jaizkibel
Allí nos desviamos por una pista que posteriormente se tornaría en un camino de lo más entretenido con piedras, barro y algunas subidas y bajadas, realmente endiabladas, que disfrutamos como niños acabando de barro y agua hasta las cejas.

La magia de los montes Vascos
Continuamos hacia la cumbre del monte Jaizkibel (pico mítico de la Clásica San Sebastián-San Sebastián) de unos 5oo y pico metros pero contando que partíamos del nivel del mar, no está tan mal.

Vista de la Ría del Bidasóa con Hondarribia y Hendaya


Al llegar a la cumbre disfrutamos de las vistas desde el mirador y llamamos a las “máquinas de regañar” las cuales nos dicen que de alargar la ruta nada, así que la bajada la hacemos integramente por carretera, pero entre lo mojada que estaba, la pendiente y las curvas, se nos hace bastante divertida.

Le sienta muy bien el barro a mi Kilauea...está guapa no??


Esa misma noche nos esperaba cena con los amigos en la Sociedad del Club Náutico de Hondarribia lo que sería un broche de oro para una jornada que empezó realmente bien.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Festibike 2011

El pasado fin de semana (días 17 y 18 de septiembre) tuvo lugar el Festibike en Las Rozas (Madrid). Nunca me han llamado la atención las carreras, marchas y tal, pero dado que era al lado de mi casa y el fin de semana pintaba agradable en cuanto a temperatura, decidí apuntarme a la marcha larga del domingo 18.

El sábado, fui a recoger los dorsales y la bolsa de regalo (un bidón, unos calcetines y una bolsa para las zapatillas…algo es algo).

Aprovechando, me dí una vuelta por el recinto ferial. Estaban todas las marcas que copan el mercado y las distribuidoras más potentes; mucho Specialized, mucho Trek, y marcas masa.

Decidí echar un vistazo a los chavales del bike park y la zona de saltos, con los que aluciné en colores (no es lo mismo verlo en  youtube que en directo).

Estos tipos tienen mas huevos que la gallina.


Miré también en Motordealer un par de bicis de Intense (me fliparía tener una de esas para hacer el animal). También eché un vistazo a la Commencal de Gee Atherton…qué brutalidad!!.

Maquinote Internse Uzzi.


Eso, junto a alguna niner y alguna fixie es lo que más me gustó. El resto muy standard e impersonal para mi gusto. Mucho carbono, mucho aluminio y bicis que se parecían  unas a otras excepto por colores y pegatinas.
Me acordé de mi amigo Josemi, porque lo único de titanio que vi fue esto.

Titanio


Maratón MTB 70km

El día amaneció inmejorable; nubladito y fresco, perfecto para salir a dar una larga vuelta en bici.

Mucha gente en la salida y los habituales tapones cuando el camino se estrechaba.

La marabunta.

La gente en general respetuosa y muy bién, pero siempre hay un flipado o un gilipollas, y me tocó uno delante haciendo todo tipo de gansadas y dándoselas de “pro”. El muy imbécil se puso a girar de un lado a otro como hacen las motos para calentar ruedas, pero el subnormal lo hizo en zona de arenilla suelta con el consiguiente trompazo del que me hubiese alegrado mucho si no llega a ocurrir delante de mí y casi me lo como; suerte que pude frenar y esquivarlo, con la consiguiente ristra de insultos que se llevó semejante engendro.

El recorrido era variado, empezó con  una subida buena para abrir boca por Rio Chico hasta Colmenarejo  (no demasiado dura, pero con tres o cuatro palas muy jodidas de piedra suelta y surcos). Primer avituallamiento de agua y fruta y bajada al rio Aulencia por pista, bajada muy rápida donde lo di todo (porque me la conozco muy bien) y pasé a unos cuantos bikers que iban un poco más atentos a las curvas, surcos y zonas de arena.

Al llegar a río TAPONAZO; como ya dije hace unos días, el río lleva mucha agua y nadie se quiso mojar los píes (excepto un chaval que intentó cruzarlo en bici y se mojó bastante más que los píes), así que de uno en uno a saltar de piedra en piedra con la bici a cuestas.

Atasco en la Nacional


Empezaba una nueva subida por Valdemorillo, la Subida de la Muerte, larga y dura unos 6 o 7 km, así que decidí tomármelo con calma y no intentar seguir la rueda de los innumerables tíos que me pasaban jeje. Una vez arriba, bonita senda de toboganes y segundo avituallamiento esta vez un poco más completito.

Senderos de valdemorillo
Después una bajada muy chula y rápida en la que pasé a un montón de corredores (no es por tirarme el pegote), creo que la rigidez de la Bizango, la buena horquilla que llevo y los pedazo de frenos Hope (85 delante) ayudan bastante y la hacen muy estable permitiendo frenar más tarde y evitar derrapadas…
Una vez abajo, la parte más aburrida de todo el recorrido, un pistéo en ligero cuesta arriba un poco apestoso, donde ni el paisaje merecía la pena.

En Villanueva del Pardillo avituallamiento completito (agua, Fruta, bebida isotónica, barritas y geles). Nos reponemos un rato y nos dirigimos a la Subida de las Avionetas. Mi pueblo nos recibe con un viento (por supuesto en contra) bastante fuerte y la primera rampa que es más bién sencillita, se me hace infernal, nos esperan 5 km con una subida de las imposibles donde acabaremos todos empujando la bici (es una trialera que me suelo hacer de bajada y que tiene poco sentido de subida). Es el típico recurso de la organización de poner algo imposible para poder presumir de dureza…absurdo…

Bajadita sencilla que tengo muy trillada, aunque hay que elegir bién la trazada o si vas lanzado te puede pasar como al chaval que iba delante de mí y acabar en el suelo; me paré a ver si le pasaba algo, pero solo tenía raspones en los brazos, cadera rodillas y el sillín mirando a Cuenca…nada grave.

Bajando
Seguimos llaneando y pisteando, afrontando algún tobogán que me empiezan a pasar factura (km 55 y siento los primeros amagos de calambres; no estoy muy acostumbrado a rutas tan largas y soy consciente que me pasará factura), aún así, llego sin mayor problema al último avituallamiento km 60, muy bién surtido como el anterior. Aquí meto la pata y en vez de descansar, confiado por conocer el terreno (no demasiado duro) y porque sólo quedaban 10 km, salgo rápidamente. Al llegar al puente del Guadarrama empiezo a notar rigidez oh oh, el calambre se acerca, me pongo de pie de vez en cuando e imprimo ritmo de paseo. Así mal que bién pasan los km, pero cuando faltan 2 para la meta, latigazo brutal y la pierna más tiesa que la mojama. Bajo de la bici y voy andando como un pato unos cuantos metros hasta que los músculos se van relajando. Me monto otra vez y aprieto los dientes hasta cruzar la meta completando el recorrido y contento por haber realizado mi primera maratón sin ningún percance ni excesivo sufrimiento.

Prueba superada!!!


Recogí la bici, me despedí de algún compañero de ruta y a casa que por la tarde me esperaba lo realmente duro del día; llevar a los niños a la Feria de Majadahonda, pero eso es otra historia….

Perfil de la ruta.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Piloto

En ocasiones me han preguntado que por qué voy en moto, si no es peligroso, incómodo...?.

Claro que es peligroso, claro que es incómodo, en invierno te congelas y te calas. En verano sudas como un cerdo, pero creo que no tengo una respuesta lógica o lo hago muy mal, porque no me acaban de entender.

Pero hay unos personajes que sí lo entienden y que llevan “eso” hasta el final, que tienen gasolina en las venas, la velocidad en la cabeza y un ansia desmedida por  llegar al límite (algo que a veces sobrepasan). Es el PILOTO.

Con ese término, no me refiero sólo al que compite en el mundial o en alguno de los innumerables circuitos (que también). Me refiero a todo aquel que lleva su pasión por las motos al extremo. Un ejemplo (sin desmerecer a los demás), es la gente que corre carreras como esta. La TT de la Isla de Man.

Os recomiendo que veáis el video porque no tiene desperdicio.



Estoy seguro que os preguntáis que habrá sido de ese tipo que tiene ese accidente tan espeluznante (el que sale tres veces y cierra el vídeo)???.

Pues bien, su nombre “es” Conor Cummins,  nacido en la Isla de Man y sufrió ese accidente en la edición de 2010 a más de 240 km/h.

Como consecuencia se fracturó 5 vértebras y se deshizo prácticamente el brazo izquierdo (2 placas y 16 tornillos). Para que os hagáis una idea, empezó a notar sensibilidad en los dedos de la mano en octubre y a dar los primeros pasos en enero(la prueba es en junio).

Sin embargo Conor sigue en acción y compitiendo con su Kawasaky.

CONOR CUMMINS…..PILOTO!!!!.

Nota: el vídeo lo ví por primera vez en el blog de un forero del Santuario Kona,  que está pasando por una situación similar; ánimo…piloto!!!.

martes, 13 de septiembre de 2011

Hoyo nunca defrauda

Nuevamente veo truncados mis planes de realizar la ruta planeada por Lozoya y el Carro del Diablo. La alternativa va a ser un clásico de los días de lluvia en Madrid (por lo bien que drena el terreno en esta zona) Las Matas- Torrelodones-Hoyo de Manzanares-Las Matas. Está muy cerquita de mi casa y es corta, aunque muy divertida y recomendable.

Empiezo en Los Peñascales dirección a Torrelodones por una senda paralela a la NVI estrechita y con un par de subidas que se me han atrancado siempre, pero hoy tengo buenas sensaciones y la primera la hago del tirón la segunda va por el mismo camino, hago el paso más complicado y cuando estoy llegando sale un tipo haciendo footing  junto a un perro y me hace parar; MIERRRRRRDA!!!!...por lo menos el tipo se disculpa. De todas formas, empezamos bién.

Sigo por Torrelodones en dirección a Hoyo, un pequeño tramo de asfalto y de nuevo senda con alguna parte  complicada, que me la hago del tirón (creo que va a ser un gran día).

Una vez en Hoyo de Manzanares, me dirijo por sendas y caminos con mucha piedra al Mirador de los Bomberos. Cada vez que voy me suelo meter por caminos diferentes que al final acaban en el mismo sitio; todos se parecen mucho y son igual de divertidos.

Subida al Mirador

En el Mirador hago una pausa para beber y tomar un tentempié, la temperatura es muy agradable y tengo unas bonitas vistas de Madrid con sus 4 nuevas torres a mi izquierda. Abantos, Cuelgamuros y el Valle de los Caídos a mi derecha y la Sierra de Hoyo de Manzanares detrás.

Mirador


Abantos, Cuelgamuros, Valle de los Caidos


Sierra de Hoyo
 Skyline de Madrid


Comienzo la bajada desde el mirador. Es  una trialera con una primera parte muy complicada en la que pongo menos pies que nunca y que disfruto como un enano el resto. Incluso repito algún tramo para sacar las fotillos de rigor.

Trialera 1


Trialera 2


Llego abajo y sigo una pequeña subida y una divertida bajada para dirigirme hacia la carretera donde cogeré la senda que transcurre paralela y que me llevará a Torrelodones.
Antes de llegar a la carretera, está la zona de Golden City, antiguo plató de exteriores donde se filmó Por un puñado de dólares (hoy totalmente desmantelado) y se pasa cerca del Palacio del Canto del Pico.

Qué más se puede pedir a una ruta??


Palacio del Canto del Pico


Este edificio tiene una historia muy curiosa, fue proyectado como casa-museo del Conde de las Almenas, después fue Centro de Mando Republicano en la Batalla de Brunete, posteriormente fue regalado a Francisco Franco y fue domicilio de su nieta y Jimmy Giménez Arnau. Actualmente es de una compañía que la compró y la tiene abandonada y hecha una mierda….es una pena, porque es un edificio curioso en una zona acojonante.

Desde Torrelodones me dirijo por una senda detrás del cementerio que va a los Peñascales, es rápida, estrecha, con algún repecho, pero básicamente de bajada, lo pasé tan bien que no paré ni a sacar fotos.
Después rampón y a cargar la bici en el coche. Pongo el track, ruta muy recomendable.

Foto mía, que nunca salgo


Por cierto, estrené los puños Esigrips que me regalaron los de Surbikes. No son los más elegantes ni discretos, pero funcionan de miedo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Polvo, sudor y hierro.

Creo que estas tres palabras del poema de Manuel Machado, son las que mejor definen la ruta del viernes 9.

La ruta elegida fue Valdemorillo, Navalagamella, Senda de los Molinos, Valdemorillo. Era una ruta que tenía ganas de realizar desde hacía bastante tiempo, pero que me dejó sensaciones encontradas.

La ruta vuelve a comenzar a una hora demasiado tarde en un día de calor, y con una vegetación insuficiente para dar sombra en muchas partes del recorrido, por otra parte y habiéndola hecho, creo que hubiese sido más divertida en sentido inverso.

La ruta parte de Valdemorillo y se dirige por una pista-sendero en dirección a la Urbanización Cerro Alarcón, en general bastante rápida y divertida, pero donde hay que tener cuidadado con la cantidad de arena que se acumula en zonas (constante en gran parte de la ruta). Aquí tengo que hacer la primera parada porque me cruzo con un rebaño de ovejas, que no están dispuestas a ceder el paso.

Más arena que en la peli de Lawrence de Arabia.


Llego a la Urbanización y el track me marca un largo tramo de ruta por sus calles (primer atracón de asfalto).

Salgo en dirección al Puente del Pasadero; un pequeño y bonito puente medieval que pasa sobre el río Perales. Este tramo es muy bueno con unas rampas de bajada aceptables en un bonito entorno.

Camino al Puente


Puente

Cruzado el puente pongo dirección a Navalagamella, por una subida de camino estrecho, abundantes piedras y buena pendiente que apetece más bajarlo que subirlo, pero que de todas formas se disfruta bastante, pasado ese tramo, el resto de camino a Navalagamella también es entretenido y hay que cruzar algún riachuelo que por estas fechas lleva poco agua y poner atención a los bancos de arena.

Cruzando el puente


Una vez he llegado a Navalagamella, hay que subir por la Calle Calvario hacia una pista cuesta abajo con bastante pendiente y un montón de piedra y arena que la hacen peligrosas en las curvas, porque al frenar con el delantero, la bicicleta hace todo tipo de extraños debido a la cantidad de arena que hay bajo las piedras y la velocidad que se llega a alcanzar.

Finalmente llego a la Senda de los Molinos de el río Perales. He leído en algunos foros que es 100% ciclable (quizás para Danny MacAskill ) pero la primera parte es impracticable en varios tramos para hacerla en bici. Por el contrario el entorno es muy bonito y hay partes realmente disfrutonas.

Primer Plano









El río Perales tiene muy poca agua en estas fechas, seguro que en primavera el entorno junto a los restos de los molinos, sería espectacular

Molino 1

 Molino 2

100% ciclable?. Que alguien me explique cómo se sube esto...


La senda se torna en una pista que pica de forma constante hacia arriba con la maldita arena que frena y el calor que cae implacable sobre mí durante varios kilómetros. Esta pista desemboca en una carretera asfaltada, prácticamente sin tráfico pero que no abandonaré en el resto de recorrido hasta llegar al punto de partida en Valdemorillo.

Para mí esta es la mayor “cagada” de la ruta, máxime habiendo muchos y bonitos senderos de bajada a Valdemorillo, con los que seguro se podría enlazar, pero por falta de tiempo y el insoportable calor, desistí de investigar.

En definitiva, una ruta que si se aprovecha su potencial con otras alternativas al asfalto podría ser muy recomendable, puesto que es una zona de grandes posibilidades, pero que con el track que realicé decepciona por momentos

lunes, 5 de septiembre de 2011

Punk Rock Dad

"Just when we had successfully rebelled against our parents, we became them"
- Jim Lindberg, Pennywise 



Conciertón este miércoles de una de las bandas de Hardcore Melódico, Punk Rock (o como diablos les quieran llamar)  míticas de los 90.


Si no me equivoco es la primera vez que vienen a Madrid y pienso ir.





Para muestra un "botón"


Por cierto, otoño glorioso de conciertos en Madrid; el 30 de septiembre Airbag, el 22 de octubre Samiam y el 25 de noviembre No Use For a Name.
A los dos primeros, seguro que no me los pierdo....

domingo, 4 de septiembre de 2011

Vuelta a la bicicleta

Tras más de 15 días sin pedalear por las vacaciones y el plantón que me han dado para ir al bikepark de la Pinilla (posponemos el plan, para otro fin de semana), he decidido hacer una ruta por la zona para probar piernas y fuerzas. La ruta elegida ha sido Villanueva del Pardillo-Valdemorillo-Villanueva de la Cañada-Villafranca del Castillo y vuelta a Villanueva del Pardillo.

Por las características de la ruta, la bicicleta elegida ha sido mi Kona Kilauea del 94 con horquilla rígida; la mítica Project Two.

La ruta empieza con 5 kilómetros de subida constante con algunas rampas realmente duras y con terreno bastante roto, con lo que hay pasos donde hay que exprimirse para no acabar en el suelo.

Subiendo

Una vez llegado a la cima, me dirijo dirección a Valdemorillo hacia Puente Caido. Es una bajada bastante divertida y de unos 6-7 Kilómetros.

Al llegar al río Aulencia, compruebo que con las lluvias de estos días ha crecido mucho el caudal y decido cruzar por una canalización estrechita que me obliga a hacer un poco de equilibrismo y jugármela un poquillo.

Agua por un "tubo"

Equilibrismo

Sigo el camino por la zona de valdemorillo y pongo dirección a Villanueva de la Cañada, donde tengo que recorrer unos 2 km de pestoso carril-bici, hasta llegar al campo de golf de La Dehesa, donde me desvío dirección a Villafranca del Castillo por un paraje bastante bonito de encinas y monte bajo, que se vuelve más frondoso, según me acerco al río.

Camino cercano al río en dirección a Villafranca del Castillo


Finalmente llego al Castillo de Villafranca y a las antenas de seguimiento de satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA)

Castillo

Antenas


Cruzo la urbanización de Villafranca en dirección a la Ermita de la Virgen del Soto

Ermita


Sigo rumbo a Villanueva del Pardillo, donde lo único que me espera es una buena rampa, que aunque corta es bastante durilla.
En definitiva, una ruta rápida que discurre entre pistas, sendas y cañadas ideal para quitarte el gusanillo y montar en mi Kona que a pesar de sus 17 añitos, va mejor que el primer día.

Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo

viernes, 2 de septiembre de 2011

La "Doble"

Sigo con las presentaciones, esta vez le toca a mi “doble”. Es la Yamaha Fazer de 600cc semicarenada del 2006. Su correcta denominación es Yamaha FZ6 Fazer.

Estamos hablando de la categoría denominada por los anglosajones como Standard, es el centro de gravedad del motociclismo de carretera porque está en el justo medio de cilindrada, prestaciones y orientación.

A pesar de no ser una moto super exclusiva, es un modelo que marcó una pauta y supuso una revolución en el segmento mencionado a mediados de la década pasada, siendo una auténtica superventas, tanto por prestaciones como por estética y funcionalidad (es una moto que utilizo tanto para escapadas y rutas como para ir a trabajar y meter en ciudad a diario).



La revolución de la Fazer se inició en el 2004 cuando la marca de Iwata, se vió obligada a cambiar el propulsor de la Fazer por las normativas europeas. Hasta entonces montaba el de la Thundercat; un motor excelente, pero para esta nueva moto contaban con el rabioso 600 de la YZR-R6 (la deportiva de 600cc) rebajado para hacerlo menos exigente y llenar la curva, dando una potencia de 98,1 cv.

Mi Fazer y mi casco Arai Rx-7 Corsair réplica Randy Mamola (se merece un post propio)


Otro de los grandes cambios, fue el chasis , en consonancia con el nuevo motor, en un segmento donde los bastidores hasta entonces eran realmente simples. En este caso se montó un chasis de doble viga en aluminio fundido a alta presión y de estilo y funcionalidad realmente impactante.

Motor y Chasis


El equipamiento no es el de una deportiva en aspectos como las suspensiones y los frenos, la economía manda, pero se ha buscado conseguir una moto redonda y muy lograda, con un cuadro de mandos revolucionario en su época, totalmente digital, el cual fue muy criticado aduciendo a su confusa lectura que a mí me encanta por lo compacto y novedoso de su diseño y que enfadó mucho a los amantes de las “agujas”. Un depósito de 19 litros corto y alto que le da un aspecto muy atractivo y le permite un gran ángulo de giro. También hay que mencionar el doble escape debajo del colín basado en las Yamahas deportivas de la época (al igual que la óptica delantera) y que refuerzan una estética realmente agresiva. Quizás la parte que peor ha soportado el paso del tiempo es su basculante trasero.


Cuadro de mandos


En cuanto al funcionamiento, el motor ofrece una potencia realmente buena arriba pero algo flojo en medios, por lo que hay que jugar con el cambio. Sin embargo la aceleración y recuperaciones son muy buenas.

En curvas no es la más ágil del mundo por su distancia ente ejes, pero una vez dentro de la trazada, parece que va sobre raíles y se aguanta con una precisión y aplomo inmejorable a pesar de la posición muy erguida.

En definitiva, una moto muy completa y fiable para todo y con la que se puede ir realmente rápido con seguridad y comodidad gracias a su cúpula y semi carenado.