miércoles, 26 de marzo de 2014

Bloom Custom Fork

Desde que puse la horquilla Salsa, cada vez me gusta más ir con rígida y dejar aparcada la suspensión. La estética, el volver a los comienzos, la simplicidad; yo que sé...

La Cromoto es una claro ejemplo de BBB (bueno, bonito y barato), pero ya que me encontraba tan a gusto con una horquilla rígida, decidí dar un nuevo paso y hacerme con una horquilla de titanio custom.

Por propiedades del material y por estética, creía que era la mejor opción para seguir completando una bici de capricho como es mi Bloom.



Nuevamente recurrí a mi amigo Josemi (al que tengo martirizado) y se diseñó una horquilla de corte clásico al estilo p2 de kona con unas buenas barras para evitar problemas (porque esta horquilla se va a llevar lo suyo), falta de rigidez, etc…



Medidas de  470 ac, con lo que la geometría queda prácticamente clavada a la Cromoto dando unos ángulos con los que estoy bastante a gusto.

El soporte para la pinza de freno es una preciosidad; igual que el que utiliza Steve Potts en sus Type II.
La realización fue nuevamente en XACD y el resultado, espectacular. Una horquilla “full” titanio con unos acabados increibles en soldaduras y tratamiento sandblast para que quedase uniforme con el cuadro. La horquilla es tan bonita en su forma y material que decidí no poner pegatinas ni nada similar que rompiese la estética tan potente que tiene por sí misma.



Ahora sólo quedaba instalarla y probarla.

El resultado es buenísimo. No deja de ser una horquilla rígida, pero el titanio absorbe muy bien las vibraciones con lo que rodar en pistas no demasiado bacheadas es una gozada y cuando la cosa se pone complicada, pues a amortiguar con los brazos, a elegir trazada y a poner toda la carne en el asador (como con cualquier horquilla rígida).



La rigidez es bastante buena con lo que no hay sustos, extraños y comportamientos raros, lo cual se agradece y con unos neumáticos acordes y las presiones adecuadas, se puede bajar muy, muy fuerte con total seguridad.


En definitiva un complemento magnífico para una bici magnífica. No pienso renunciar a la suspensión pero desde que esta pieza está conmigo (diciembre), no ha sido todavía desmontada de la bici y de momento no tengo ganas de quitarla. Esto crea adicción; ¿Será grave doctor?.


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