Al contrario de lo que decía Bob Geldof, me encantan los
lunes.
En algo debe influir que ese día no trabajo y lo tengo libre
para mí (al menos las mañanas).
Este pasado lunes quedé con mi amigo Noel para dar una
vuelta con nuestras bicicletas en single speed. Puede parecer mentira, pero nunca
había visto además de la mía otra ss en directo, y mucho menos compartir una
ruta.
El ss en España y concretamente en Madrid, es algo marginal
dentro de los practicantes del MTB. En ciclismo urbano junto con su primo
hermano el piñón fijo, está bastante extendido.
Bueno, no quiero aburrir con ese tema porque ha sido citado
muchas veces, pero puedo asegurar que no es cuestión de snobismo ni copia de
ninguna moda friki de los USA, sino una disciplina que proporciona momentazos
como los vividos el pasado lunes.
Noel hace pocos meses que tiene la ss; una bonita Kona Unit
en un espectacular acabado “Raw” y creo que tiene el veneno metido dentro. Es
un apasionado de la bicicleta y le encanta todo lo relacionado con la bici de
montaña sobre todo las de titanio o acero (aunque alguna vez le he visto pecar
con el carbono y el aluminio), sabe un montón del último componente, el último
adaptador y la última “puñetita” para acoplar a tu bici, además de tener la
base de datos con las fotos de las máquinas más bonitas que te puedas imaginar
y es conocedor de un montón de marcas y fabricantes custom desde USA a la
República Checa. Incluso diré que tiene pinta de ciclista y todo, no como yo.
Habíamos quedado en su zona (Mejorada del Campo) que queda
un pelín lejos de donde yo vivo. Cuando llegue a su casa montamos las bicis
pero tuvimos un pequeño contratiempo con el obús de la válvula de mi rueda
delantera y acabamos saliendo a una hora bastante tardía.
Tras estos pequeños contratiempos empezamos la ruta. A pesar
de que Noel decía que me iba a aburrir, que su zona es un secarral y un
planisferio etc.. se sacó una ruta que a mí se me hizo bastante entretenida.
Empezamos sendereando por la rivera del río Jarama. Es una gozada ir por
senderos al ritmo que da tu desarrollo y disfrutar de los caminos y paisajes de
ese río, incluido un viejo puente por donde pasaba el ferrocarril y que
actualmente está abandonado.
Afrontamos los cortados de Rivas. Imponentes desde abajo y
que son un constante sube y baja que con el calorcito y alguna rampa infernal
se hacen duros por momentos.
Desde arriba se pueden ver las lagunas , la vega del Jarama
y una panorámica de la zona.
Seguimos por los cortados dirección otra vez a Mejorada
Cruzamos un puente de hierro también abandonado y comenzamos un segundo bucle
mucho más pequeño entre olivos y en sube
y baja por una suerte de pista que según mi acompañante apareció de la noche a
la mañana por obra y gracia de un tractor. Anteriormente
era un camino mucho más pedregoso.
Nos encontramos también con algún que otro repecho “durete”
y una carretera inacabada y desierta que daba un cierto aire fantasmal y
apocalíptico a la escena. Parecía sacada de esas pelis donde todo está
abandonado y sin rastro del ser humano tras un apocalipsis nuclear o un
holocausto zombi.
Finalmente llegamos a nuestro destino, tomamos un refrigerio
y adecentamos las bicis con un buen lavado. En total unos 50 km y 1000 metros
de desnivel. Pero lo mejor es rodar con una buena compañía, en single speed (a
buen ritmo eh!!) disfrutando del entorno, del esfuerzo de cada pedalada y de
momentos irrepetibles de camaradería que sólo puede proporcionar la salida con
este tipo de artefactos.
Esta semana vuelvo a las marchas y las suspensiones, pero
seguro que no pasará mucho tiempo hasta repetir una nueva salida conjunta en Single
Speed… Noel, me debes una y esta vez la ruta la elijo yo.
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