Sigo con las presentaciones, esta vez le toca a mi “doble”. Es la Yamaha Fazer de 600cc semicarenada del 2006. Su correcta denominación es Yamaha FZ6 Fazer.
Estamos hablando de la categoría denominada por los anglosajones como Standard, es el centro de gravedad del motociclismo de carretera porque está en el justo medio de cilindrada, prestaciones y orientación.
A pesar de no ser una moto super exclusiva, es un modelo que marcó una pauta y supuso una revolución en el segmento mencionado a mediados de la década pasada, siendo una auténtica superventas, tanto por prestaciones como por estética y funcionalidad (es una moto que utilizo tanto para escapadas y rutas como para ir a trabajar y meter en ciudad a diario).
La revolución de la Fazer se inició en el 2004 cuando la marca de Iwata, se vió obligada a cambiar el propulsor de la Fazer por las normativas europeas. Hasta entonces montaba el de la Thundercat; un motor excelente, pero para esta nueva moto contaban con el rabioso 600 de la YZR-R6 (la deportiva de 600cc) rebajado para hacerlo menos exigente y llenar la curva, dando una potencia de 98,1 cv.
Mi Fazer y mi casco Arai Rx-7 Corsair réplica Randy Mamola (se merece un post propio)
Otro de los grandes cambios, fue el chasis , en consonancia con el nuevo motor, en un segmento donde los bastidores hasta entonces eran realmente simples. En este caso se montó un chasis de doble viga en aluminio fundido a alta presión y de estilo y funcionalidad realmente impactante.
Motor y Chasis
El equipamiento no es el de una deportiva en aspectos como las suspensiones y los frenos, la economía manda, pero se ha buscado conseguir una moto redonda y muy lograda, con un cuadro de mandos revolucionario en su época, totalmente digital, el cual fue muy criticado aduciendo a su confusa lectura que a mí me encanta por lo compacto y novedoso de su diseño y que enfadó mucho a los amantes de las “agujas”. Un depósito de 19 litros corto y alto que le da un aspecto muy atractivo y le permite un gran ángulo de giro. También hay que mencionar el doble escape debajo del colín basado en las Yamahas deportivas de la época (al igual que la óptica delantera) y que refuerzan una estética realmente agresiva. Quizás la parte que peor ha soportado el paso del tiempo es su basculante trasero.
Cuadro de mandos
En cuanto al funcionamiento, el motor ofrece una potencia realmente buena arriba pero algo flojo en medios, por lo que hay que jugar con el cambio. Sin embargo la aceleración y recuperaciones son muy buenas.
En curvas no es la más ágil del mundo por su distancia ente ejes, pero una vez dentro de la trazada, parece que va sobre raíles y se aguanta con una precisión y aplomo inmejorable a pesar de la posición muy erguida.
En definitiva, una moto muy completa y fiable para todo y con la que se puede ir realmente rápido con seguridad y comodidad gracias a su cúpula y semi carenado.
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