Pues hace bastante que no escribo en el blog y la verdad es
que han pasado cosas durante esta temporada. Bici, viajes, amigos, conciertos y
fútbol…
La verdad es que soy un tipo afortunado, a veces nos
quejamos de la rutina, pero siempre que sea una rutina llevadera y más o menos
placentera, es señal de que la cosa va bien y eso es muy importante, más aún en
los tiempos que corren por eso sólo mencionaré algunas cosillas que me han
pasado fuera de lo que considero “normal”.
Seguro que se me olvida algo, pero eventos que me han
ocurrido estos meses y que me han provocado, satisfacciones, alegrías, momentos
de euforia, reencuentros, etc… han sido los que mencionaré a continuación.
Primero comentar que como soy un culo inquieto, he vuelto a
cambiar la configuración de la Bloom. Ha pasado a su estado más “comercial”;
marchas, suspensión… para volver a la horquilla rígida de titanio; qué le voy a
hacer?, en esto de la bici soy un poco fuck the system o como decían los Minor
Threat out of step (suena un pelín pretencioso no?; jajaja). Además he variado
la transmisión al monoplato y he modificado el casette con un piñón de 42 y
sustitución de los de 15 y 17 por un 16 (concretamente el kit de One Up) y va
de fábula.
Aprovechando la Semana Santa, decidí pasar unos días en
Málaga y por supuesto, había que quedar con mi amigo Josemi, que me preparó una
ruta por la zona de Los Montes de Málaga.
Hacía mucho tiempo que no me pasaba por Málaga (cerca de dos
años), me di cuenta que cada vez me gusta más esa tierra y periódicamente la
necesito. Son muchos recuerdos de veranos enteros de la niñez, adolescencia y
juventud... El día que llegué se jugó la final de Copa del Rey con victoria del
Real Madrid, golazo épico de Bale y partido de infarto, con lo que los
presagios de mi estancia no podían ser mejores.
La ruta fue genial. Ruta tranquila por pistas y senderos,
con un paisaje, una compañía y unas máquinas increíbles. Charlamos de lo divino
y lo humano mientras acumulábamos metros de subida, respiramos ese aire donde
se mezcla el olor del mar y la montaña y llegas a la conclusión de que podrías
pasar el día así, pedaleando hasta que tus piernas digan basta; puro Soul Biker;
pura vida!!!
La guinda a ese pastel, fue un bocata de lomo en manteca,
algo típico de la zona, que se te saltaban las lágrimas; menudo manjar!!!. Unos
ciclistas que estaban allí alucinaron al ver dos titanios y nos preguntaron
varias cosas sobre nuestras bicis.
Después de un rato de charla y montones de elogios a
nuestras monturas (siempre te hincha el ego que algún desconocido piropeé algo
que verdaderamente aprecias, aunque para algunos sólo sean unos pedazos de
metal soldados y ensamblados).
Nos despedimos Josemi y yo, esperando que el tiempo que pase
hasta el siguiente reencuentro, sea lo más breve posible. Como siempre gracias,
maestro!!!
Otro acontecimiento reseñable fue mi participación en la
Marcha de Colmenar Viejo. Prueba mítica dentro de la Comunidad de Madrid que
forma parte del Open de la misma. Evidentemente, yo tomé parte en la
cicloturista…
Es una maratón de 70 kilómetros con una primera parte
bastante pistera, una segunda variada, conde vamos constantemente cruzando
riachuelos y una última con la mítica bajada al puente de la Marmota,
divertidos senderos y una última zona bastante trialera tanto en subidas como
en bajadas que te deja bastante hecho polvo, porque está dentro de los diez
últimos kilómetros y las fuerzas están justas.
Yo me hice la prueba en cuatro horas y media escasas;
evidentemente no es un buen tiempo, pero aluciné al ver que el tipo que ganó la
prueba, se lo hizo en dos horas menos!!!.
De todas formas es una bonita prueba muy bien planificada a
pesar del gran número de participantes, con unos buenos avituallamientos y un
personal muy atento y amable con los corredores.
Estoy pensando para el año que viene correr el Open de
Madrid completo en la modalidad cicloturista. El único coñazo es que hay que
sacarse la licencia federativa de un día para correr y las retiradas de dorsal
son un poco “infierno” (a lo mejor me compensa federarme…bueno, ya veré)
Otro acontecimiento marcado en mi agenda fue el concierto
que dieron los norteamericanos The Queers en la sala gruta 77. El mítico grupo
que lidera Joe Queer (alma mater, fundador, verdadero factótum y único miembro
de la banda desde sus orígenes) hace un punk rock que sintetiza lo mejor de los
Ramones con los Beach Boys.
Ya los había visto varias veces en Madrid, pero tenía ganas
de volverlos a ver. Celebraban el 20 aniversario de su increíble “Love songs
for the retarded” con lo que estaban garantizados temas clásicos del grupo como
así fue.
Además, la sala Gruta 77 me encanta. Sala pequeña con buena
acústica y una barra con precios no demasiado desmadrados los días de
concierto.
Al ser un jueves y el poder de convocatoria que tiene el
grupo (dentro de que son un grupo de punk rock) me esperaba un llenazo a
reventar, pero debió influir la extensa gira que iban a dar por España con lo
que sólo estaría la ”parroquia” de Madrid y se podía disfrutar del concierto
plenamente.
Me lo pasé como un enano debajo del escenario participando
de los pogos que se montaban, en los que casualidades de la vida me encontré a
mi primo Alberto que vive en Amsterdam y esos días se encontraba en Madrid
visitando a unos amigos.
Después un par de copas con los amiguetes puse rumbo a casa que
al día siguiente había que madrugar para llevar a los niños al cole y a currar.
Otro suceso que quedará marcado durante mucho tiempo en mi
retina y en mi cabezota fue la décima Copa de Europa o como dicen ahora
(Championslig) del Real Madrid. Creo que nunca lo había mencionado, pero soy un
forofo del Madrid, aunque me valga odios eternos jejeje.
Durante muchos años fui socio y no me perdía un solo partido
hasta que me casé, los niños pequeños…ya se sabe.
Ahora que mi hijo mayor es un fanático del futbol (y gracias
a Dios) es del Madrid, estoy experimentando una vuelta al fanatismo que me
divierte mucho. Es increíble como los sentimientos y pasiones por un club unen
a dos personas de una forma tan intensa. He disfrutado de alegrías, derrotas,
euforia y decepciones de una forma que no lo hacía en mucho tiempo. Creo que he
perdido pelo y he envejecido seis años en una sola temporada.
El partido es de sobra conocido y el resultado también, pero
fue algo único e irrepetible por el número redondo, LA DÉCIMA y por lo
histórico de que dos equipos de una misma ciudad se enfrentaran en toda una
final de la máxima competición europea.
Salidas con mi amigo Noel con el que siempre mola compartir
unas horas de ciclismo y unas cuantas cervezas heladas.
Después del verano sufrí una rotura del peroné; una lesión
realmente tonta jugando al fútbol, con lo que pasé largas horas viendo
películas, series, lecturas, concierto de Supersuckers (posiblemente y con
permiso de Lemmy y Motörhead) la mejor banda de Rock del mundo, etc…
Ahora de nuevo (después de dos meses y con ciertas
precauciones) vuelvo a la carga con las pilas cargadas y recuperando el “monazo”
que tenía disfrutando más si cabe de cada pedalada y del disfrute del campo y
los paisajes que tanto echaba de menos.
ON THE ROAD AGAIN!!!