Ultimamente he estado bastante perrete con el Blog. Por eso he decidido retomarlo y viendo las fotos y diferentes cosa que he realizado en estos últimos meses me he dado cuenta que mi vida es un poco bucle y si miramos atrás un año, me sorprendo haciendo las mismas cosas en las mismas Fechas...
Mismos viajes (Fuenterrabía y GP de Cheste), mismas rutas con las mismas bicis etc...
Pero mirando un poco más también descubro que todo esto ha tenido diferentes matices que lo hacen igual pero a la vez muy distinto y eso es quizás lo bueno, hacer las cosas de siempre que nos gustan y que parezcan siempre nuevas.
A ver si los estoicos iban a tener razón con lo del Eterno Retorno y tal.
Bueno, tampoco crean que soy tan previsible; alguna cosa nueva también ha habido...
COSAS REPETIDAS
-Viaje a Fuenterrabía con la Kona
-Ruta con la Bizango por Mordor
-G.P. Cheste
-Single Speed
COSAS NUEVAS
-Ruta Imperial (El Escorial)
-Salida con la gente del Foro de las Imbred (unos cracks)
-Algún concierto (Hard Ons; los putos amos!!)*
* Esto es nuevo, porque los Hard Ons no vinieron el otoño pasado. Si lo calificamos sólo como "concierto", es repe.
-Participación en Pedales de Ilusión con mi hijo mayor Pablo (8 añitos) 20 km con su primera bici de verdad, su Orbea MX 24 Team. Espero compartir muchas jornadas de MTB con él.
Concierto largamente esperado. La última y única visita de Rancid a nuestro país, a la que también asistí, se remonta al Festimad de 1996, donde no eran cabeza de cartel y tocaron menos de una hora. Eso sí, el grupo estaba en su mejor momento, después de publicar el ....and out come the wolves y dieron una auténtica lección.
Posteriormente pasaban los años y los discos y la banda nunca recalaba por estas tierras.
Cuando me puse por casualidad hace unos meses a curiosear por su página web y ver que se anunciaba la gira del 20 aniversario, abrí el enlace sin muchas esperanzas, pero para mi sorpresa y regocijo, comprobé que había dos fechas en España y concretamente una en Madrid.
Me fuí a comprar la entrada sin importarme ni el precio ni el lugar donde tocasen. En principio el precio no era precisamente popular para un concierto punk, pero tampoco era un disparate (26€). Imaginaba que tocarían en un recinto muy grande; en el mejor de los casos La Riviera (sinónimo de pésimo sonido). Pero no; tocaban en el Palacio de de Vista Alegre (bajonazo). Pero cuando me fijé en la letra pequeña, descubrí que no era en el propio Palacio, sino en la Sala San Miguel; una sala en el interior del complejo, lo que devolvió mi espectación de nuevo a la estratosfera.
Las puertas se abrían a las 7 de la tarde, pero por cuestiones del trabajo y porque los teloneros no me interesaban demasiado (los barceloneses Secret Army y los jerezanos GAS Drummers, que tuvieron cierta repercusión hace unos años en la escena nacional) decidimos tomarnos unas cervezas antes del concierto y ver un poco el ambiente. Me llamó la atención que en la puerta había una "lechera" de la policía nacional. Quizás porque algún lumbreras identifica punk con violencia. Lo cierto es que la policía (que tampoco eran muchos) permaneció en una esquina sin molestar a nadie, puesto que el comportamiento de la gente (todo hay que decirlo) fué en todo momento ejemplar. A su rollo, pasándolo bien.
Decidimos entrar a las 9 pasando por el puesto de merchandising y alucinando con los precios de camisetas, sudaderas y tal...un atraco a mano armada!.
Al ver la sala mis temores se dispararon. Era un recoveco en la primera planta con pasillo abierto al lateral. Era carne de pésimo sonido, aunque era de dimensiones aceptables para una óptima visualización del concierto.
Pudimos ver a los últimos teloneros; los italianos Klasse Kriminale. El sonido sin ser una maravilla era aceptable (y con Rancid fué bastante bueno; uno de los pocos conciertos donde no salí con pitidos en los oídos y con un volumen correcto). Los teloneros me parecieron bastante mediocres musicalmente. Cumplían varios tópicos de los italianos; unos tipos muy simpáticos con actitud y ganas de agradar, pero un poco de opereta cuando lanzaban sus consignas de EGB. Lo cierto es que con alguno de sus coros pegadizos y tal llegaron a animar al personal (versión del White Riot de los Clash incluida).
Por fin les tocaba a las estrellas de la noche, Rancid. La banda apareció en el escenario con Tim Armstron con la cabeza rapada y barba (me dió un vuelco al corazón porque por unos instantes creí ver a César Strawberry jajajaja).
La apertura fué mítica; Radio seguida de Roots Radicals. Los minis de cerveza volaban por toda la sala y el pogo llegaba desde la primera a la última fila. Comienzo salvaje, concierto épico y sobre el escenario un grupo en gran estado de forma y con el nuevo batería que es una auténtica apisonadora.
Como correspondía a un concierto aniversario los grandes clásicos seguían unos a otros sin descanso, repasando su discografía y sin dar tregua al público que lo daba todo. Red Hot Moon (rapeada por el batería de Klasse Kriminale), Hooligans, Last one to die, I Wanna Riot, Salvation, Bloodclot, Old Friend, etc... así uno tras otro(los digo de memoria, no en el orden que tocaban, estaba entregado a la catarsis y mi memoria no da para más) sin dar un solo respiro al personal, exceptuando The Wars end que se marcó sólo Lars con la guitarra.
La gente derrengada, la humedad y el calor insoportable. La sala sudaba (literalmente). El público empapado. Corte de la banda, pero todos queríamos más. Aparece Rancid y sigue el concierto... Las fuerzas al límite y suena Time Bomb; nuéva explosión. Acaban el concierto con Ruby Soho donde el público ya da lo último que le queda y acabamos todos muertos pero satisfechos.
El vídeo (no es mío) sirve de testimonio. Ni el sonido ni la imagen son gran cosa, pero da una idea...
Una hora y media larga. Algún genio dirá que Bruce y algún dinosaurio tocan 4 horas y tal. Pero con una intensidad y a un ritmo tan bestial, os aseguro que no.
Sólo espero no tener que esperar otros 16 años para volver a verlos.
El pasado domingo día 15 llevé a cabo una experiencia que me apetecía mucho desde hacía bastante tiempo. Realizar descenso en bicicletas creadas para tal fin y en un entorno preparado para ello.
Ante todo tengo que decir que era la primera vez que me acercaba a esta disciplina, que mi desconocimiento a parte de vídeos y demás zarandajas que había visto, era absoluto.
Nada más afrontar la primera bajada te das cuenta de varias cosas.
-La bici no tiene nada que ver (la mía era una Merida Duncan Team).La posición es muy diferente, es pesada y torpe, pero se traga absolutamente todo, es súper estable y alcanza unas velocidades de bajada alucinantes sin apenas moverse, a pesar de lo roto, empinado y puñetero que sea el terreno
-Los frenos de doble pistón clavan la bici, que apenas derrapa de la rueda trasera por muy inclinado, arenoso o resbaladizo que sea el terreno. Mucho cuidado con el freno delantero o la bici literalmente te "escupe".
-Bajar es cansadísimo y requiere una forma física espectacular
-La peña que sale en vídeos tipo Follow Me y similares, son absolutos "marcianos"
Bajamos fundamentalmente por las pistas de Iniciación, la de El Bosque y Retorno, pero en una ocasión nos metimos por una roja (creo que era DH1) realmente dura donde entorpecíamos y nos ganamos algún reproche. Me recordó una de las primeras veces haciendo surf en La Zurriola donde se me acerca un "local" y me dice "aparta boya!!"
Hubo anécdotas de todo tipo, caídas,pinchazos, saltos e incluso uno de mis compañeros reventó el retén de una horquilla, saliendo el aceite a chorros...pero sobre todo diversión a raudales.
En definitiva, un día inolvidable y muy divertido. Esto engancha de una manera increible y seguro que repetiremos y con la experiencia adquirida le sacaremos todavía más jugo...
Adjunto un par de vídeos (la Gopro, no refleja lo duro del terreno y la inclinación que había en algunos puntos). A ver si me animo y edito las diferentes tomas en un vídeo "apañado".
Desde las tortuosas zetas a las épicas rampas del Malagón,de las pedregosas bajadas al "refugio" a la vertiginosa y absolutamente endiablada bajada de los Vascos. Este mítico pico de la sierra madrileña es la esencia del mountain bike en estado puro.
Paisajes y vistas alucinantes, la mística de sus pinares, la adrenalina de sus trialeras, la paz de sus cumbres.... En definitiva todo lo que busques te lo puede ofrecer el Monte Abantos.
En mi linea de hacer alguna de las pruebas de MTB que se realizan en la Sierra de Madrid (los lunes por mi cuenta). El otro día me hice la Test The Best, organizada por la revista Bike en uno de los santuarios del MTB en Madrid; Cercedilla el día 27 del mes de mayo.
Ignoro como sería la organización, pero el recorrido es espectacular.
Subidas largas, subidas tecnicas, subidas muy duras, subidas imposibles.
Senderos rompepiernas, bajadas trialeras, bajadas muy técnicas, flow puro, pistas interminables, vadeos de riachuelos y arroyos y todo ello rodeado del entorno más increible que se podría pedir.
Como me pasa casi siempre que disfruto, me olvido de las fotos, así que dejo una muestra que no hace justicia a la ruta ni por asomo.
Calzada Romana
Senderos
Acompañantes de ruta...
Dejo el Track . Puede llevar a engaño, son 42 km. que en un momento dado pueden parecer pocos...nada más alejado de la realidad.
Con esta lluviosa primavera que estamos teniendo en Madrid, qué mejor elección para marcarme la ruta de los lunes que Hoyo de Manzanares?.
Hoyo de Manzanares es uno de los lugares de la Comunidad de Madrid que lo tiene todo para pasar una buena jornada de MTB; trialeras, bonito paisaje, subidas y bajadas exigentes y además un terreno que drena el agua de maravilla y que hace que no te encuentres nada de barro a pesar de que ha llovido varios días.
La ruta de hoy no ha sido demasiado larga en cuanto al kilometraje, pero sí bastante exigente en cuanto a subidas y bajadas no siempre exentas de técnica y de los típicos"pasos picantes".
La primera parte ha transcurrido por las faldas del Monte de Hoyo (el Picazo y demás). Mucha piedra tanto de subida como de bajada, pero una autentica gozada para los que nos gusta el MTB en su versión menos pistera.
Después me dirijo hacia la zona de la Berzosa y pongo dirección a las cascadas. Es un tramo básicamente en subida aunque hay también sus zonas de bajadas.
Aquí hago un pequeño descanso y me dispongo a subir "La Losa"; pero una vez arriba, La Losa siempre hay que bajarla, así que se baja y se vuelve a subir.
Después una sesión de bajadas, subidas, vadeos, piedras....puro MTB.
Llegando de nuevo a la Berzosa, me marco otro bucle por la parte baja de la sierra, lleno de jarales que en unos días estarán espectaculares y llenos de flores. Más de lo mismo; un rompepiernas muy divertido.
Acaba en el pueblo de Hoyo, así que ya solo queda recoger y volver a casa con la total seguridad que pronto volveré.
Dejo un vídeo corto de un tramo de la ruta perteneciente a la zona de la Berzosa.
Decidí dar una vuelta y afrontar una subida realmente dura sobre todo en Single.
Salí desde mi casa y seguí la senda del río Guadarrama hasta el puente. Desde allí me dirigí por el camino del Festibike hacia el Pinar de Navalcarbón. Allí me dí una vuelta y lo que antes era un pinar con algún circuitillo chulo para entrenar es ahora un parque para que paseen los jubilados con sus puentecitos, sus canales y hasta patitos.
Hice una foto en los restos de un bunker y puse pies en polvorosa hacia lugares con más aliciente
Decidí volver por donde había venido y crucé el puente para afrontar la subida de Riochico o el Camino del Paredón.
Al llegar a la barrera decidí hacer una foto en el muro de la casa en ruinas que está pegada al camino donde se puede leer un a pintada de lo más cañí
Nada más cruzar comienza la subida que será constante y que tiene un perfil por momentos duro. Así que me armé de paciencia y me mentalicé para sufrir un rato. Me sorprendí de que lo que en ocasiones se me hace muy duro con cambios, no es mucho más terrible con ss.
Es cierto que por momentos, la bici cruje que da miedo, pero creo que es algo normal tratándose de aluminio y también es cierto que tres pequeñas palas me las tuve que hacer empujando. Pero si unimos que el perfil es bastante duro, que llevo un desarrollo de 32-16 y que hacía un viento increible (por supuesto en contra), la cosa fue bastante bien.
Una vez arriba; Colmenarejo, rumbo a la Universidad Carlos III y dirección a Villanueva del Pardillo.
Bajada por la trialera de las avionetas y a casa a descansar...
Día del Padre; mis amigos de Mavic, no me han mandado los radios para la rueda de la Bizango, así que decido coger la Kilauea y hacer una rutilla curiosa por la zona con dos buenas subidas y dos buenas bajadas.
La primera parte es un pisteo en sube-baja, por el camino del Canal de Isabel II en dirección a Valdemorillo. Sin más historia que el cruce del río Aulencia que hice vadeándolo como es debido y no por encima del puente.
La última parte que acabará a los pies de la cuesta del Vetago (el Mortirolo para los lugareños) es bastante divertido, en bajada y con un terreno algo más roto.
Primera subida del día; unas primeras rampas fuertes, pero el resto es llevadero, se nota que está arreglado el camino y ya no es tan dura como antaño. Con lo que no contaba es con la tremenda granizada que se me vino encima al final.
Después una subida hacia el pueblo de Valdemorillo por un camino bastante roto que rompía un poco la monotonía de los últimos kilómetros.
Rumo a la Urbanización Pino Alto y bajada meteórica por la Senda de la Cuerda Herrera (siempre me la hago de subida) hasta Puente Caído.
Nueva subida hacia Colmenarejo, desvío a la cuesta de las avionetas y fin en Villanueva del Pardillo.
En definitiva, un clásico revisado por la zona de unos 40 y pico km divertidos con mi mítica Kilauea.
Pues sí; como tengo escacharrada la Bizango (además del radio roto, también se me dobló la patilla y no cambiaba al piñón pequeño). Volví a coger a "la negra".
La ruta fué desde Villanueva del Pardillo a Villafranca del Castillo por el camino de la Ermita y después por la senda que termina en esa urbanización con un bonito final entre árboles y praderas.
Cruzo la autovía que va de Majadahonda a La Cañada y pongo rumbo por monte (casi completamente llano) a La Raya del Palancar
Después vuelta por la orilla opuesta del Aulencia hacia la Cañada. La parte final que desemboca en el campo de golf de La Dehesa y que suele ser muy dura y estar completamente embarrada, con este tiempo parece una carretera, perféctamente lisa.
Paso por la UAX y me dirijo a Valdemorillo, primero por el pestoso carril bici y despues por caminos hasta Puente Caído cuyo final está muy roto y es la parte más divertida de esta parte de la ruta.
Desde Puente Caído hasta Colmenarejo es una buena subida de unos 5-6 km con unas primeros km bastante duros y más en SS, así que tocaba apretar dientes, darlo todo e intentar mantener el ritmo (por lo que no hay fotos). La hice del tirón y sin poner pies, así que cuando llegué arriba, estaba más ancho que largo.
Después bajada a Villanueva por la mi trialera favorita de la zona, donde si bién se echa de menos la suspensión, se puede hacer perfectamente y a buen ritmo.
Sigo sin la Bizango, así que éste puente de San José, tocará nuevamente la single o la Kilauea.
Esta Mañana, me he dado una vuelta con "la negra". He probado el nuevo plato Race Face de 32 dientes (el Sram que llevaba tenía 33). Evidentemente no he notado absolutamente nada, pero el conjunto queda más bonito y limpio sin el cubre plato.
He deambulado por la zona sin ninguna ruta programada uniendo pistas, senderos etc entre Villanueva del Pardillo, La Cañada, Brunete, Quijorna y Valdemorillo.
Ruta de unos 40 y pico kilómetros en tres horas y poco.
La zona entre Quijorna y Valdemorillo, la más divertida con unos senderos bastante rotos que se hacen verdaderamente divertidos. Es una zona con muchas opciones si se investiga un poco.
La única pega es que el terreno está muy seco; como la cosa siga así, el verano va a ser muy duro. No quiero ni pensar la cantidad de arena (estilo playa) que nos vamos a tragar.
Cruzando el Aulencia por un puente he podido comprobar el poco caudal que lleva (y en la sierra no queda ni pizca de nieve).
El pasado lunes, aprovechando el tiempazo y las ganas que tenía de salir a dar una vuelta, decidí realizar una ruta larga y exigente que me ocupase la mañana entera.
Tenía varias opciones en mente, pero me decanté por hacer la más cercana a mi casa.
El Rally de Galapagar es la denominación actual del antiguo Rally de los Pantanos. Es una ruta divertida de 58 km bastante rompepiernas y que tiene de todo un poco.
La empiezo en la zona de Villanueva del Pardillo, con lo que de entrada tengo una subida bastante técnica y con alguna pala de fuerte inclinación. Es una buena forma de empezar con la primera en la frente.
Después viene una bajada bastante rápida y llena de piedra donde en la prueba siempre hay alguien que tiene un disgusto, porque a las piedras hay que unir grandes surcos y algún que otro arbol pegado al camino justo en la zona de la trazada. Esta bajada acaba en Puente Caido, en el Río Aulencia (que este año viene muy seco).
Aquí empezará una de las partes más duras que es la subida por el Monte de Cuerda Herrera, también conocida como la Subida de la Muerte. Una sucesión de rampas (alguna de fuerte pendiente) de forma continuada durante aproximadamente 6 o 7 kilómetros. La primera parte es más pistera con rampas pronunciadas y la segunda más tendida, pero con un terreno más roto.
Esto acaba en un camino que se desvía hacia una senda estrecha y revirada muy divertida que acabará en la Urbanización Pino Alto.
Una vez en la urbanización, me dirijo hacia la carretera principal donde tomaré un camino que comienza de forma tranquila, pero cada vez se torna más pedregoso y divertida.
Durante algunos kilómetros se disfruta de lo lindo por unos caminos con bastante aliciente.
Según me acerco al Pantano de Valmayor, tomo una pista que lo va rodeando hasta llegar a una zona donde me adentro en el mismo Pantano y sigo los caminos que van bordeando su orilla. Es un camino divertido, con alguna sorpresa que otra a modo de bancos de arena o piedras. Este camino se deja dirigiéndome a otra pista que seguirá bordeando el pantano hasta llegar al puente que lo cruza y teniendo que meterme por un sendero increible; un auténtico rompepiernas que tiene de todo y que se dirige a la presa, y bordéa el Embalse de los Arroyos que está pegado al de Valmayor.
En esta zona escucho un ruido en la rueda trasera, pero no le doy importancia, porque parece el típico rastrojo que se ha enredado; posteriormente deja de sonar, así que dejo pasar la cosa y llego al final del embalse donde tengo que poner rumbo al pueblo de Galapagar por una pista que es un puñetero suplicio, porque es la típica pista rápida que pica constantemente hacia arriba, con el consiguiente desgaste.
Llego a Galapagar (teórico fin de la ruta) donde como siempre me pierdo en sus calles y afronto la última parte que en teoría es bastante asequible y por pista. Los tramos rápidos los hago bien, pero las cuestas se me empiezan a atragantar. Además voy notando que la rueda trasera oscila bastante; supongo que se me habrá descentrado con alguna piedra, bache o algo así.
Ya solo me falta bajada hacia Villanueva del Pardillo; es una bajada por una pista que nunca había tomado y tiene un comienzo rapidísimo con alguna que otra piedra. Aquí vuelvo a escuchar un ruido raro en la rueda de atrás, pero como se va al poco tiempo y lo que creía que era una plácida bajada, se convierte en un sube-baja con algún hachazo muy serio, yo sigo a lo mío.
Acabo la ruta bastante cansadillo y enfilo la carretera en dirección a mi casa. El movimiento de la rueda es ya de escándalo; paro y descubro que me he cargado un radio, así que toca llevar bici al taller.